Terapia EMDR para el trauma ¿de donde sale?
Resulta curioso cómo los avances en psicología, muchas veces surgen por la búsqueda del terapeuta por solucionar un problema que a él mismo le sucede. Desde un punto de vista científico es bastante normal ya que el objeto de estudio suele ser uno mismo, suelen llamarse casos de n=1.
Volviendo al tema de la terapia EMDR, resulta que allá por mediados de los ochenta una doctora en Psicología llamada Francine Shapiro, no estaba pasando por su mejor momento, había sido diagnosticada de cáncer de mama y este suceso traumático le había impactado considerablemente. Tal es así que empezó a interesarse por todas las personas que como ella sufren estos traumas y quiso ver que era capaz de aportar la psicología en estos casos. Lógicamente se interesó por todos los tipos de terapias que había en ese momento y analizó cómo abordar el problema, desde el psicoanálisis, la Gestalt, psicología humanista, cognitivo-conductual, etc.
Parece ser, no sé hasta qué punto es verdad o forma parte de la leyenda, que una vez salió a descansar, a airearse y dar un paseo por el campus de la Universidad. En ese momento sin saber muy bien porque empezó a mover los ojos de lado a lado. Se dio cuenta que no solo le relajaba, sino que ese simple hecho había tenido un efecto terapéutico en ella misma, como que toda la carga emocional que llevaba a cuestas fruto de su problema se había disipado, no desaparecido, pero sí que lo asimilaba sin tanta fuerza.
A partir de este acontecimiento, se dedicó en cuerpo y alma a estudiar el efecto y fue así como surgió la terapia de EMDR (Eyes Movement Desensibilation and Reprocessing), es decir terapia de desensibilización y reprocesamiento a través del movimiento de los ojos. Shapiro basándose en el trabajo que hace con veteranos de guerra con estrés postraumático, descubre la enorme eficacia y eficiencia del método creado para tratar este tipo de trauma.
Esta terapia lo que viene a decir es que muchas veces cuando los seres humanos sufrimos un trauma, este no se procesa bien, los acontecimientos, los recuerdos y los sentimientos existen, pero por separado, de tal forma que la persona no es capaza de construir un relato coherente con ellos, digamos que el cerebro encargado de interpretar desde un punto de vista racional las emociones no procesa bien la información.
¿Cuál es el objetivo último de la terapia EMDR?
¿Cómo lo consigue?
En un primer momento y a grandes rasgos, se le pide al paciente que siga con sus ojos un punto (generalmente el dedo del terapeuta) que se mueve de lado a lado y a la vez mientras va siguiendo el punto se le dice que visualice, piense o sienta el hecho traumático.
Tras sucesivos movimientos de los ojos siguiendo el punto, el cerebro del paciente empieza a evocar el hecho y aflora toda la información no procesada. Esta información no sigue un orden lógico, sino que va surgiendo de manera espontánea. Cada cierto tiempo el terapeuta parará de mover el dedo y preguntará al paciente que es lo que le está viniendo a la mente. De esta forma podrá reconducirle y orientarle un poco en aquellos puntos de interés donde debería centrase, aunque es el propio paciente el que debe trabajar lo que el crea más interesante.
Las sesiones suelen durar una hora, generalmente ya en la primera, el paciente observa una mejora considerable sobre todo de todo lo que es el aspecto emocional.
A través de las sesiones se va desensibilizando la información que genera gran impacto y se le ayuda al cerebro que la reprocese de una forma más adaptativa.
El EMDR para el trauma ¿Es la panacea a todos los tratamientos mentales?
Desde mi modesta opinión creo que el EMDR como así se ha demostrado es una herramienta muy potente para la superación de traumas, sobre todo para aquellos traumas que en psiquiatría entran dentro de la categoría de los trastornos por estrés postraumático, es decir, violaciones, muertes, atracos, terremotos, tsunamis etc.
Es a partir de aquí, donde interviene la sutil interpretación de que se puede definir como trauma. ¿acaso una ruptura de pareja no es un trauma? Y ¿suspender un examen? o ¿perder un trabajo? Efectivamente, claro que se puede definir esto como trauma, igual no de tanta gravedad comparado con una violación, un terremoto, o una guerra, pero al fin y al cabo son traumas.
La terapia EMDR, en el afán (como todas las terapias) de intentar ser válidas para el mayor numero de trastornos posibles, encontró rápidamente una solución llamando a estos, traumas con t minúscula y a los anteriores traumas con T mayúscula. Pero aun siendo valida para tratar estos traumas “t” se vio que no era tan eficiente como para los anteriores traumas “T”. Se tenían que hacer más sesiones y realizar un abordaje terapéutico para ciertas áreas de la persona teniendo en cuenta otros enfoques (psicodinámicos y cognitivos conductuales principalmente)
¿Cuál fue la siguiente derivada de la terapia EMDR para abarcar más trastornos?
Pues tirar de literatura psicológica, mas concretamente del psicoanálisis y las teorías psicodinámicas en general que postulan que todo trastorno mental es producido por un hecho traumático que se ocasionó en la infancia. Eureka ¡Si aceptamos que todo tiene su origen en un trauma de la infancia, podré aplicar esta terapia a todo tipo de trastorno que se ponga por delante! A partir de aquí se abre la puerta para utilizar la terapia EMDR en trastornos obsesivos compulsivos, anorexia, adicciones etc.
Entrar en la discusión teórica de si todo trastorno tiene su origen en un trauma de la infancia no es el objetivo de este artículo y a demás creo que ya hay demasiada literatura a favor y en contra de esa afirmación dentro de las distintas corrientes psicológicas, por lo que no seré yo quien intente acabar con la sempiterna discusión. Lo que si creo es que para los trastornos arriba mencionados no catalogados como trauma con “T” o “t” existen otras terapias que han demostrado según datos empíricos ser más eficaces (curan más) y eficientes (curan antes) por lo que ha de ser el profesional quien evalúe que tratamiento usar según qué casos.